La electroestimulación es una actividad relativamente nueva que ha nacido en los centros deportivos de muchos países. Esta novedad ha generado que alrededor de su práctica ronden una serie de ideas que no siempre son veraces.
Aspectos como los daños causados por el uso de trajes de electroestimulación surgen habitualmente en las redes sociales y se convierten en virales. A continuación te resolveremos los principales mitos sobre el uso deportivo de la electroestimulación.
Verdades y mentiras sobre la electroestimulación
1. Si uso un traje de otra marca, que es compatible con la máquina, el dispositivo deja de funcionar | FALSO
El traje es el vehículo conductor de la corriente, pero quien la genera es la máquina. Esto hace que no haya problemas por usar otro tipo de chalecos de electroestimulación, el ejercicio podrá realizarse de la misma forma y el equipo no sufrirá daños.
En By Lebron hemos apostado por trajes que son compatibles con todas las máquinas del mercado para evitar la dependencia a una marca concreta, creemos en el poder de elección de los usuarios y trabajamos para innovar y cumplir las expectativas de nuestros clientes.
2. Si uso un traje de otra marca, compatible con la máquina, puede provocar daño físico a quien lo use| FALSO
El traje no tiene corriente, es la máquina la que genera los impulsos a los electrodos del traje. Si estos están confeccionados correctamente, han sido testados por profesionales, el entrenador es un especialista en electroestimulación y trabaja con él adecuadamente, es imposible que cause daño al usuario mientras entrena.
Cualquier daño físico derivado del entrenamiento con electroestimulación se debe al deterioro o mal uso de la máquina por parte del profesional que lo imparte, o a que alguno de los componentes no se encuentren en un estado óptimo para ejercitarse con EMS.
3. La electroestimulación no debe practicarse todos los días | VERDAD
Durante las sesiones de electroestimulaciónnuestro cuerpo está sometido a una exigencia mucho mayor, si lo forzamos y no permitimos que se recupere correctamente correremos el riesgo de sufrir lesiones.
Esto se debe a que las fibras musculares necesitan un periodo de descanso para asimilar el trabajo que se ha realizado. Los expertos recomiendan que se efectúen dos sesiones a la semana de unos veinte minutos de duración para que no surjan problemas, ni corramos peligros innecesarios.
Se trata de un entrenamiento más que suficiente si tenemos en cuenta que en cada sesión pueden trabajarse hasta 9 o 10 grupos musculares simultáneamente.
4. Te pondrás en forma sin hacer ejercicio | FALSO
Las recetas mágicas no existen, al igual que ocurre con las dietas milagrosas, aquellos que prometen cuerpos esculpidos sin hacer apenas ejercicio solamente usando un traje de electroestimulación, mienten.
La EMS es un complemento, no un sustituto del deporte. Para poder disfrutar de sus resultados es necesario realizar un entrenamiento específico y diseñado por un experto. En cualquier sesión se necesita la participación activa de la persona, no consiste en tumbarse en una camilla con el chaleco.
En función de las necesidades y las capacidades del usuario se elabora un ejercicio personalizado con el que conseguir los objetivos buscados, pero es imprescindible contar con un profesional del sector para poder llegar a las metas sin sufrir ninguna lesión.
Los estímulos que llegan a tus músculos a través de los electrodos hacen que consigas trabajar cada zona de forma eficaz en un menor tiempo, ese es su principal beneficio, pero en cualquier caso debes estar realizando algún ejercicio para que funcione.
5. Los resultados solo llegan gracias a la constancia | VERDAD
Al igual que cualquier otra práctica deportiva, la electroestimulación requiere de constancia para conseguir resultados. La perseverancia es el ingrediente esencial para obtener efectos visibles y se recomienda utilizarla como complemento a la realización del algún otro tipo de deporte.
6. Permite realizar trabajos más dirigidos | VERDAD
Los trajes de electroestimulación y sus electrodos son movibles, esto permite trabajar zonas concretas sin que haga falta aplicarlo a todo el cuerpo. Focalizar la actividad en áreas concretas es muy útil a la hora de tratar lesiones deportivas por ejemplo.
7. La rabdomiólisis es una enfermedad provocada por el uso de la electroestimulación | FALSO
Para empezar a hablar de esta enfermedad es necesario entender de qué se trata la rabdomiólisis. Se conoce con este nombre a una patología que surge del deterioro o destrucción de las fibras musculares debido a un trabajo extremo.
Esta destrucción hace que el contenido de las células pase al torrente sanguíneo y pueda causar daños renales graves. Otras causas de este malestar son los traumatismos musculares, el consumo de drogas o sustancias tóxicas, entre otros.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas que se derivan de la rabdiomiólisis son muy similares a las agujetas, pero con mayor intensidad. Se caracteriza por sufrir dolor muscular, debilidad, inflamación, aunque una señal muy reveladora es el color oscuro de la orina.
Uno de los principales indicadores de esta enfermedad es presentar un nivel elevado de creatina-fosfocinasa (CPK). Esto se debe a que la destrucción de fibras musculares libera en el cuerpo esta sustancia.
¿Es una enfermedad que surge si practicamos ejercicios con electroesimulación?
Definitivamente no. Aunque hay quienes relacionan la práctica de electroestimulación con esta patología, la realidad es que no van de la mano. Es más, la primera vez que se observó este tipo de malestar fue durante los bombardeos de Londres en 1941.
Las personas realizaban grandes esfuerzos para rescatar heridos de los escombros en el menor tiempo posible, un trabajo que derivaba en los síntomas anteriormente descritos, según demuestran los documentos médicos de la época.
Una evidencia que manifiesta que la rabdomiolisis la puede padecer cualquier persona que se exponga a un trabajo muscular muy intenso sin estar preparada. Es algo que puede darse con la práctica de Crossfit, o corriendo una maratón.
La única manera de evitarla es ponerse en manos de profesionales del sector que diseñen ejercicios adecuados a nuestras capacidades y conocer muy bien nuestros límites.Si no vamos al gimnasio en toda la semana, la solución no es ir un día y entrenar tres horas, este tipo de esfuerzos desmesurados acabarán pasándonos factura en nuestro cuerpo.